sábado, 25 de abril de 2009

Patricia Bullrich, ¿en qué quedamos?


Patricia no pasó el test de alcoholemia y después de admitir que había tomado vino berreta, cuestionó el procedimiento para tratar de zafar del papelón.

Yo no entiendo mucho de vinos, pero el berreta me parece que es el que más te pega y además, según el ministro de Seguridad, Patricia chupaba (soplaba para adentro) y le tuvieron que decir que sople o le secuestraban el auto, porque tuvieron que repetir el test 6 o 7 veces, ante el intento de engañar el sistema de control.

Hubiese sido mejor (para ella), admitir que cometió un error y punto, pero al tratar de justificar su error, lo que hace es poner en evidencia que esos valores a los que la Coalición Cívica hace tanto hincapié y que pareciera que sólo ellos los poseen, son una hipocresía.

No me extraña que sea así, es típico de la clase media porteña. Siempre tenemos una explicación o una excusa para nuestras burradas. Ya lo hizo Macri una vez, al justificar el voto que se hizo en nombre de legisladores ausentes, o cuando dijo que él perdería muchos puntos en el nuevo sistema de control de manejo, porque no respeta las normas.

La Pena de Muerte

de: Maria Elena Walsh
bajado de: Youtube/claudiaale87

Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos.

Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado.

Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco.

Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial.

Fui condenado a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia.

Fui quemado vivo por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante.

Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre.

Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios.

Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales.

Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente.

Fui enviado a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en un hombre de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno.

Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos.

Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semivivo a una fosa común.

A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable.

Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar.

Cada vez que se alude a este escarmiento la Humanidad retrocede en cuatro patas.

jueves, 23 de abril de 2009

Lanata sorprende al público con un informe revelador:
¡Hay algunos políticos que son corruptos!

Una de las cosas que me gustaban de Lanata (en Día D), eran los informes donde se ponía al descubierto los bienes personales de los políticos y quedaba expuesta "la duda sobre cómo habían hecho para hacerse tan ricos".

Me siguen pareciendo interesantes, pero convengamos que ya no sorprenden a nadie. Ya nos acostumbramos a ese tipo de informes. Es tal cual como el ejemplo que puso sobre el aire acondicionado y la corrupción, donde decía que ese ruido que hace el aparato al arrancar, dejamos de oirlo cuando nos acostumbramos a él. Bueno, yo también me acostumbre a este tipo de informes, que terminan por parecerse al mapa de la inseguridad de De Narvaez, que denuncia un problema vestido como si fuera una solución o un aporte y en realidad termina siendo una leño que se agrega al fuego.

Anoche hizo una extensa y detallada introducción, uniendo el tema corrupción con el dengue, el cumpleaños de 15 de la hija de Capitanich y el desquizio de la esposa de éste. Yo no me lo banco a Capitanich ni a tantos otros que heredó el kirchnerismo, pero no veo porqué el tipo tendría que dejar de festejarle los 15 años a la hija por el dengue. Me hiciste acordar a los que pretenden que Cristina use solero y chancletas porque hay pobreza en el país. ¿Cuál es la idea?, ¿que lleve a la hija a visitar los hospitales, que hagan una fiestita a las escondidas?. No entiendo qué quiere demostrar, que ya no se sepa, con ese informe en el que hasta se incluyó la lista de las delicatessens.

Y luego vino el informe "escandaloso" de siempre, es decir poner en duda el origen de su patrimonio. Cuánta plata gastó en la fiestita, ¿que cantidad será la que está limpia y que cantidad será la que está sucia?, ¿cuánta plata viene de su sueldo, cuánto de su actividad privada, cuánto de la corrupción?. ¿Estará haciendo plata en forma indebida?.

Ojo, está perfecto el informe y también lo está el de Puerto Madero y el de los Kirchner con su hotelería, pero esta vez no pude ver más de 10 minutos porque sinceramente me terminaron aburriendo las denuncias sobre algo que todos ya conocemos o al menos sospechamos. En todo caso, el mensaje final sigue siendo "señores, esta gente que ustedes votan, sigue robando".

Me parece que va siendo hora de encarar el tema por otro lado, porque si sólo señalamos al ladrón y nos olvidamos de los que tienen que atraparlo, nos vamos a quedar siempre a mitad de camino.

¿No sería más efectivo hacer además un informe sobre qué proyectos ha presentado la oposición, orientados a controlar al oficialismo, para reducir al máximo la posibilidad de abusar del poder para enriquecerse o robarnos en las narices porque el marco legal se lo permite?. En todo caso, ¿quién tiene más responsabilidad en esta cuestión?, ¿el que roba o el que debe controlar y no lo hace?. La denuncia, sin un marco legal apropiado, no sirve, no prospera, no tiene sustento y se cae.

¿No sería más efectivo investigar además a los jueces, estudiar las denuncias que hay sobre corrupción y ver en que punto se traban y porqué siempre salen airosos, jueces y políticos?, ¿dónde está la falla?, ¿por qué nos quedamos siempre con la simpleza de "a los jueces les pagan"?, ¿tan dificil es demostrar cómo hacen para engañarnos?, ¿tan dificil es ponerle límites a los jueces?, ¿quién debe dictar leyes para evitar que los jueces hagan trampa porque alguien les paga?. Al final que nos queda, ¿admitir que somos unos boludos y que no nos queda otra salida que votar en contra del que le toque robar este período?. Si sólo nos metemos con el que dirige la batuta y nos olvidamos del resto, no les quepa la menor duda que seguiremos siendo vistos como boludos por la oposición y por los jueces, los cuales adaptaran sus discursos para complacer nuestros oidos y así poder ocupar el lugar que deja vacante el "ladrón de turno", total la premisa sigue siendo la misma "voto castigo para el corrupto".

Me parece que si el mensaje es ese, no vamos a lograr nada. Lo mismo pasa con el dengue. El gobierno no contagia a los profesionales que hace décadas trabajan en la salud. Ocaña no los convierte en inútiles o en eminencias. El gobierno es la cabeza visible, el responsable, pero ¿qué pasa con el resto de la cadena?. Uno lo puede comparar con una empresa. Si los empleados son buenos, por más inútil que sea el gerente, la empresa funciona igual. Y un ejemplo más claro son los hospitales públicos. No es que sea un milagro que la gente no se muera como moscas por desidia del Estado. La gente no se muere porque hay profesionales con una vocación de la puta madre, que no importa quien sea el que gobierna, siempre hacen su trabajo en forma responsable y si no lo pueden hacer, salen a la calle y se hacen escuchar.

¿Cuál es el mensaje de Lanata?, ¿seguir votando en contra de los que supuestamente roban, hasta que la peguemos algún día y encontremos a un tipo honesto que además sepa administrar el país?. ¿No te parece que dar con esa combinación sería como el cuento de la buena pipa?. Porque hoy echamos a éste, pero a su vez ya le dimos letra al opositor de turno, para que haga campaña y pueda seguir robando cuando le toque a él, porque en definitiva, no hicimos nada con todo lo que se mueve por detrás de las caras visibles y así seguiremos por los siglos de los siglos. O a lo mejor damos con un honesto que nos lleva a la ruina o con un inocente que es honesto, pero que todos sus colaboradores roban a cuatro manos.

Por donde se mire, el problema no está en quien hace las cosas mal sino en quienes deberian evitarlo y no lo hacen porque ya les tocará a ellos. Me parece que debemos fijar la mirada más en los que están fuera que en los que están dentro, porque en definitiva el oficialismo le dejará el lugar a esos que no estamos miramos o que en todo caso vemos como una la herramienta provisoria que nos servirá para sacar al que roba, con la esperanza de que nuestro voto castigo los acobarde. Por favor, que inocente que somos a veces.

miércoles, 22 de abril de 2009

Por qué voy a votar por el modelo K

Me acuerdo que mi primer cero kilómetros, un vw golf, lo compré en los 90. Me lo entregaron con la primer cuota y lo terminé de pagar antes de que se fuera "el Carlo".

Los 90 fueron los años en que mejor nos fue, a mí y a mi familia, pero aún así no me sentía identificado con aquel gobierno, porque se veía venir lo que luego terminó ocurriendo. Tanto es así que a la hora de acordar el pago de las cuotas del auto, calculamos que fuera dentro del período de ese gobierno, por si las moscas.

Después soñamos con un gobierno nuevo. Una esperanza que (a mi modo de ver), se sostenía principalmente en figuras como la de Chacho Alvarez, Graciela F. Meijide y otros tantos que por primera vez tenian un discurso donde "la gente" era protagonista. El mayor error que pienso cometió esta gente, fue aliarse con el radicalismo para vencer a un peronismo que ya estaba nockout. Sin embargo, aceptaron unirse y encima poner a De La Rua como lider, aún desoyendo las voces en contra y con el único objetivo de unirse para derrotar al peronismo. Esa base que yo voté y volvería a votar, duró lo que un pedo en una canasta, porque cuando Chacho denunció lo que pasó en el Senado, en vez de salir a apoyarlo y darle nuestro apoyo por su valentía, lo tratamos de cobarde y después le echamos la culpa de todos los males.

No creo (como hoy dice Kirchner), que esa alianza fuera igual a la de ahora (a excepción del radicalismo). Aquella alianza tenía propuestas de cambios profundos que después Kirchner se encargó de llevar adelante en su gestión a muchas de ellas. De hecho, hay gente del FREPASO que acompañó y acompaña a este gobierno, empezando por Chacho. Los que sí no tenían un proyecto era el radicalismo, que lo único que hizo fue prestar su aparato partidario para cumplir con el famoso "todos unidos triunfaremos" del enemigo.

Cuando pienso en todos los episodios desagradables que vivimos hasta llegar al caos que fue el 2001 y recuerdo las fábricas cerradas durante tantos años, los comercios con el cartelito de se alquila en las principales avenidas porteñas, los cartoneros, los pibes pidiendo en la Avenida Corrientes, el corralito, el estado de sitio, los cacerolazos, los que perdieron la vida al grito de "que se vayan todos", los hospitales abandonados, la educación ausente por décadas. Cuando pienso en todo eso, no puedo imaginarme una Argentina peor. Y hablo de Argentina y no de mí, porque a pesar de todo yo no toqué fondo e incluso pude recuperar lo que tenía en el corralito. No me quejo, pero sí era evidente que el país estaba fundido. Por primera vez en la historia, Argentina tocaba fondo y nadie sabía cómo ibamos a salir de allí. Me acuerdo que los pronósticos eran todos catastróficos. Si algún político sobrevivía al escupitajo, insulto o apedreo y podía opinar, hablaba de una recuperación que nos llevaría décadas. Muchos decían "esto nos llevará más de 20 años".

A Néstor Kirchner no lo voté. En esa época había una gorda desalineada que hablaba de cambiar al país y tenía un discurso de izquierda con el que me sentía identificado. Más aún cuando escuchaba a su compañera (Ocaña). Me gustaba el look de Carrió, porque se cagaba en aquellos que pensaban y piensan aún que en política, lo más importante es verse muy bien por fuera y que las ideas o los proyectos son secundarios. En aquel momento, al igual que Ocaña, aposté por Carrió y la voté. Me acuerdo que había todo un revuelo, porque también estaba bien posicionado Zamora y había un dibujito (no sé si lo vi en TVR), donde mostraban a Carrió en la Casa Rosada con una bandera comunista flameando. Qué increíble que haya sido capaz de semejante engaño, ¿no?.

Con Kirchner tuve una negación prejuiciosa, porque nunca había votado por un peronista, ya que desde que nací hasta esa fecha, el peronismo que conocí era un peronismo de derecha y de ultra derecha. Ni siquiera lo escuché. Pero luego, debo admitir que me sorprendió gratamente, porque era levantarme todos los días y encontrarme con una noticia sobre cambios positivos con los que me identificaba completamente. Era como si yo mismo estuviera gobernando. Y no sólo me refiero a lo económico sino también en lo cultural y en medidas que atendían cuestiones sociales. Ver a Charly en el sillón de Rivadavia parece una boludez de mi parte, pero entiendan que vengo de una época donde pensar diferente u oponerse a una regla estúpida era considerao ser un subversivo. Y ver que el presidente de mi país, invite a figuras que en mi época escuchaba casi en soledad o a escondidas, fue una satisfacción enorme.

Lo que vino después fue una recuperación fabulosa, si uno piensa en los pronósticos agoreros que había en el 2001 y también todas las medidas que se tomaron en un sentido que fue y sigue siendo muy distinto al que hubiese tomado la oposición. No me imagino a ningún otro gobierno sacándose de encima al FMI o eligiendo el Mercosur en lugar del ALCA, entre otras tantas cosas.

Sería muy extenso hablar de todas las coincidencias ideológicas que encontré en el gobierno de Kirchner. Sin duda mucho más que las disidencias (que también las tuve y las sigo teniendo), pero pensando en las argentinas sufridas y en cómo habíamos llegado al 2001 y en vista de la extraordinaria recuperación y el rumbo inédito por el cual por primera vez caminábamos de la mano de latinoamérica, decidí romper con mis prejuicios y votar por Cristina, para respaldar el modelo y profundizarlo. A todo esto y mucho antes que Ocaña, le bajé el pulgar a Carrió, que a esta altura ya no sé exactamente si es una persona vacía, sin ideales, si ésta es su verdadera ideología o si se trata de un nuevo engaño, porque cuando el país estaba en la miseria, se vestía austeramente y tenía discursos dirigidos a los excluidos, pero cuando la clase media se recuperó, se compró la cama solar, se tostó y empezó a hablar de olvidarnos de los juicios a los militares, terminar con el pasado, apoyó el reclamo patronal del campo y se acerca cada vez más a un sector al que en el 2001 repudiaba.

Siempre me gustó la franqueza y la firmeza de los Kirchner. Eso que algunos llaman soberbia o capricho, yo lo llamo convicciones, principios y compromiso, porque aún a riesgo de perder imagen y votos inclusive, los Kirchner no abandonan su lucha por cumplir con lo que prometieron. Uno de los mayores males fue tener a la prensa en contra y pienso que si hay un responsable de que vivamos en un país tan surrealista como la Argentina de hoy, ese es el periodismo.

Digo surrealista porque me cuesta entender que haya un sector del país que esté viviendo el presente como si fuera el peor gobierno de la historia, ignorando y negando un pasado nefasto para todos. Entre tantas cosas, estuvieron años hablando de la inflación como un hecho escandaloso, inmoral, que el INDEC era un ejemplo en toda latinoamerica, bla, bla, bla. Todos los meses que se anunciaba el famoso índice, estallaban los reclamos porque las estimaciones daban que era una inflación del 1% y el gobierno decía que era del 0,6%. Ahora yo me pregunto ¿si esto es un escándalo?, ¿qué era la inflación del gobierno de Alfonsín, donde nunca nadie creía en el INDEC y los productos cambiaban de precio de la noche a la mañana?. Y en aquella época hablabamos de índices de más del 50% (por ser generoso).

O nos gusta la tragedia o somos unos imbéciles, porque no puedo entender que ahora resulta que todos somos honestos, rubios y de ojos azules y que por eso este gobierno no sirve y "no importa quien venga, sino que hay que sacarlo urgente del poder". Es realmente patético que a esta altura haya gente que no haya aprendido nada.

Me da risa escuchar a la oposición hablar de corrupción, de ética, de moral. No digo que esté mal que lo hagan, sino que me da risa que no les quede otra que recurrir a esos valores como argumento político, porque en todo caso, esas cosas las juzga el pueblo o la justicia. Ellos se tienen que dedicar a hacer propuestas, denuncias serias y dictar leyes que en todo caso, reduzcan al máximo posible la posibilidad de que se utilice el poder para hacer dinero.

Yo no pongo las manos en el fuego por ningún político, incluído los Kirchner. Si hablo bien de este gobierno, es por su gestión y no por como podrían estr robándonos en nuestras narices. En todo caso, de eso culpo a la oposición por no saber cómo pescarlos. ¿O acaso la corrupción es patrimonio nuestro?. Existe en todas partes y seguirá existiendo, pero la falla no está en quien roba sino en quienes permiten que tengamos un sistema en el que hasta lo que se roba se puede poner en una declaración jurada y no pasa nada. Hay un documental de Michel Moore donde se muestran las cifras que reciben de coima los funcionarios del gobierno de EEUU, por parte de algunas corporaciones (si no me equivoco es Sicko) y es muy gracioso porque a medida que hacen su ingreso en un salón, sobre sus cabezas aparece el monto. Y allí se votó un modelo, como también se revalidó el modelo de Menem, a pesar de que era vox populi la escandalosa corrupción que había. ¿Entonces de que me están hablando?

Si hacemos un análisis en serio, mucho más profundo que este pensamiento en voz alta que hago, seguramente terminaríamos aceptando que él unico problema de este gobierno es que el modelo no le cae bien a un sector y que ese sector (para colmo) tiene mucho poder. Tanto poder tiene que hasta puede influir sobre la gente y hacerle creer que de seguir por este camino nos va a ir muy mal.

Tan surrealista es la cosa que vienen crispando a la gente hace años, con el discurso a futuro. Es decir que viven anunciando que nos va a ir muy mal y se desesperan porque ese futuro no llegó con Néstor ni está llegando con Cristina. ¿Quién miente entonces?, ¿hasta cuándo van a seguir hablando de "los que nos ocurrirá si seguimos con Kirchner".

Tan surrealista es la cosa que las pruebas están a la vista y pareciera ser que nadie lo advierte. El modelo no le cae bien a este sector de la derecha, egoista y codicioso porque están en la calle de la mano de la Sociedad Rural y están en la televisión haciéndose pasar por progresistas para volver al modelo que tanto daño nos ha causado.

Vamos, las cosas están mal cuando suceden y no porque pueden llegar a suceder. Ya vivimos épocas malas los argentinos y yo las recuerdo muy bien, fueron épocas donde las calles se inundaban de trabajadores pidiendo mayores salarios, desocupados pidiendo trabajo, jubilados con el megáfono frente al Congreso o reuníendose con un insensible que encima les reducía los haberes, maestros acampando. Eso era un pueblo que estaba mal. Es un insulto para todos los argentinos, decir que el pueblo está mal con este gobierno y usar a los pobres que falta recuperar o usar aquellas cuestiones postergadas por siglos, para hacernos creer que no se hizo nada y que estamos viviendo la peor de nuestras pesadillas. No sé, pero me atrevo a pensar que no les cree nadie.

Voy a darle mi respaldo a los Kirchner porque creo que el modelo es rescatable y porque sinceramente no veo en la oposición una opción mejor. Directamente no veo ninguna opción, sino un objetivo, que es voltear al gobierno y que no llegue al 2011 o que llegue lo más deteriorado posible. Y todo lo que hagan para ganar, mientras esté dentro de la ley, no me puede parecer nunca ilegítimo, como pretenden hacernos ver.

Yo pienso que el voto castigo debe ser para la oposición, porque no hizo nada para controlar la gestión, porque impedir no es oponerse o controlar. Un respaldo al oficialismo, quizás los haga unirse para elaborar un plan de gobierno que puedan llevar adelante. Porque aunque a muchos no les guste, lo que prometió el kirchnerismo, lo cumplió mientras lo dejaron, cosa que otros gobiernos que ganaron por ejemplo proponiendo "el salariazo y la revolución productiva", inmediatamente después que asumieron, tomaron una posición contraria a esa propuesta.

Confío en la sabiduría de la gente (el país entero y no "lagente" de la que hablan los medios). Si vota en contra del kirchnerismo, me va a costar mucho entenderlo, pero seguramente habrá buenas razones para que eso sea así. No sería la primera vez que no coincido con el voto de la gente y sin embargo con los años me di cuenta que tenían razón en haber votado como votaron. Y si gana el kirchnerismo, por goleada, espero que los medios aflojen un poco, la oposición se ponga las pilas y que finalmente dejen gobernar a Cristina, porque si en realidad piensan que el gobierno es un desastre y ellos quieren asumir el poder, entonces muchachos, déjenla gobernar y que se hunda sola. Esa actitud parece la de EEUU con Cuba: hablan de pobreza extrema, a la vez que le quitan toda posibilidad de que su economía crezca. Aquí pasa exactamente igual, impiden que el gobierno resuelva problemas porque así tienen problemas de los cuales hablar.

martes, 21 de abril de 2009

Los muros

Para Lanata, nadie entendió nada y dijo que por eso hubo críticas al programa y a Peña, más que a DElía, que de odiado pasó a ser amado, hasta por sus detractores.

Para justificar que "la gente no entendió", dijo que la intención era enfrentar a dos personajes divididos por otros muros diferentes al de Posse, el intentendente de San Isidro (que dicho sea de paso coincide con un comentario en Crítica al respecto, donde precisamente comenté sobre los muros invisibles en nuestra sociedad).

Pero lo que no parece advertir Lanata es que las críticas a Peña son precisamente porque del lado del muro donde está él, se fabrican varios muros más y del lado donde está DElia, pareciera ocurrir lo contrario si uno analiza el debate.

El primer muro lo puso Peña cuando ingresó al estudio y se negó a darle la mano a DElía, quien sí se la extendió. Dijo Peña algo así como No, no le voy a dar la mano. Yo sólo le doy la mano a la gente que aprecio y QUE PIENSA COMO YO., a lo que DElia respondió que él saluda a todo el mundo, sin importarle que piensa.

Y puso muchos muros más cuando prejuzgó y lo trató de negro de mierda, corrupto y salió con el típico latiguillo facho de cuestionar si trabaja o no.

Por más que lo quieras defender, Peña hizo agua por todos lados y si tengo que elegir de que lado del muro quiero estar, me quedo del lado de DElia, que será todo lo políticamente incorrecto que quieras, pero al menos es transparente. No lenvantó ningún muro. En todo caso, a algunos le cae mal, porque quiere voltear esos muros que ha construido un sector de la sociedad.

sábado, 18 de abril de 2009

Intento de golpe

Antes que nada, un par de aclaraciones sobre este blog:

Lo que escribo acá, en primer lugar es para mí mismo. Digamos que es como un diario íntimo, digamos (diría Blumberg).

No escribo ni para el aplauso ni para la aprobación de nadie ni para llenarme de visitas. No sé como figura en Google el blog, pero estoy casi seguro que no es obligatorio entrar, ni leer lo que escribo. ¿Para qué?, ¿para después hacerse mala sangre y putear a lo pavote?. Ojo, a ver si me explico. Si me quieren putear, opinar o dejar un dibujito, está todo bien, yo lo voy a leer con gusto. Después de todo el espacio es gratuito y en todo caso al que están jodiendo es a Google y no a mí. Pero me pareció importante aclarar que las agresiones, las descalificaciones y las puteadas, no me va a cambiar la vida. Es más, ni me tomo el trabajo de borrarlas. Me interesan, eso sí, las opiniones, ya sean las de aquellos que coinciden, como las de aquellos que no coinciden, pero claro, hay gente que primero debería aprender a distinguir lo que es una opinión de lo que es un agravio.

Pero bueno, vayamos al tema.

Esta noche vi a Lanata con Peña, intentando golpear a D Elia y terminaron cobrando ellos mismos.

Hablando en serio, la verdad que me quedó una sensación medio extraña. Digo “extraña” porque aún me queda un poquito de la confianza que tenía en Lanata y me cuesta pensar que tiene malas intenciones, pero por momentos sentí que Peña fue convocado para pegarle gratuitamente a D Elia y encima le salió muy mal ese papel, porque sobreactuó todo el tiempo. Realmente me dió lástima, al final el que se lució fue D Elia.

Realmente no sé que buscó Lanata, si fue un escándalo, provocación pura, subir el rating o si fue para conformar a ese 10% al que el mismo Jorge tildó de boludos (y ojo, coincido con él) cuando dijo que no quería que lo siga gente como esa, que pide que le pegue al entrevistado del oficialismo o que entreviste sólo a la oposición (bueno boludos, ahora ya anunció que irá Cobos, ¿están contentos?). Claro que le salió mal esto de llamar a otro para ver si entre dos le podían pegar mejor.

Pero dicho sea de paso, no sé de dónde sacó que la minoría le pedía que pegara. Yo participo en el foro de Crítica y 9 de cada 10 mensajes estaban escritos por esos boludos que, aunque Jorge no quiera que lo sigan, lo siguen. Y lo siguen desde que está en Crítica. La minoría somos nosotros, los que alguna vez creimos que el Lanata de Dia D, no nos iba a defraudar nunca y nos llevamos un chasco cuando vimos el diario que dirigía, donde el 90% de sus seguidores son de lo peor de la derecha argentina. Es más, recuerdo que el año pasado hubo muchos que le hacían notar esto a Lanata y le decíamos "¿no te das cuenta acaso quienes son los que hoy te siguen y quienes te critican?, ¿no te das cuenta cómo se invirtieron las cosas?"

Pero volviendo al tema, a D Elia lo vi muy tranquilo, respondiendo a todas las preguntas y soportando las continuas interrupciones de Peña, que hasta se metió con la gramática con tal de buscar alguna razón, para descalificar argumentos que no entendía o que directamente no podía rebatir.

Lamentable lo de Peña, realmente. Dió vergüenza ajena cuando quizo explicar que él conoce más a la pobreza que D Elia, porque hizo un par de investigaciones para hacer su programa de radio. Dijo algo así como "yo sí que vivi con los pobres, hice dos programas de investigación para la radio". Tal como dijo D Elía, Peña es un trasgresor trucho.

D Elia es un tipo que dice verdades que duelen. Y discutir con un tipo que dice verdades y que es políticamente incorrecto para decirlas, no les deja otra alternativa que el agravio.

Admitilo Lanata, no podés ser duro con gente que piensa como vos pensabas hace unos años. Yo sé que la crítica te da de comer, pero apuntá para el lado que apuntaste siempre. No podés putearte en el espejo porque se nota y la derecha termina llamándote blando.

viernes, 17 de abril de 2009

El que desinforma tiene que morir

¿No creen que deberíamos estar por encima de los delincuentes y no a la misma altura o por debajo?. A este ritmo, vamos a terminar como en la ley de la selva, dejémonos de joder.

¿Cómo es posible que se pida justicia, a la vez que golpean y mandan al hospital a un fiscal y le pegan a un comisario y a cuanto funcionario se acercara a hacer su trabajo?. ¿A qué justicia se refieren?.

En estos últimos días se volvió a hablar sobre el tema en algunos medios serios (lamentablemente muy pocos), sobre las causas que ya todos conocemos que llevan a que un grupo de personas (por lo general vecinos y no familiares) reaccione de esta manera y sí, coincido con la mayoría de esas razones (educación, indiferencia política, corrupción, convivencia con la droga, etc.), pero hay otro elemento que nadie menciona y que para mí es el más importante de todos, que son los medios (lamentablemente, muchos), que vienen echando leña al fuego todo el tiempo y encima después, dicen "la gente está crispada". ¡Ustedes son los que la crispan !!!!. Es como cuando quieren hacer una pregunta jodida a un invitado y dicen "porque la gente lo que se pregunta es .....". "La gente" no se pregunta un carajo, ladrón.

Algunos medios presentan las noticias con violines de fondo y hacen lo imposible para que el familiar se quiebre delante de cámaras. Hacen acotaciones como "mientras los Kirchner discuten quien encabeza la lista, en V. Alsina acribillan a un hombre frente a su hijo". Todo este tipo de arengas rayan en lo que conocemos como apología del delito, porque agregan odio, al dolor natural de una pérdida, a la indignación, a la lógica sensación de desamparo que uno siente en ese momento. El tratamiento que se le da a este tipo de noticias no puede ser inocente o casual. Es evidente que el periodista, en vez de asumir un papel investigativo, llevar tranquilidad y evitar la crispación, se suma a los manifestantes y aviva el odio.

Seguramente nos va a llevar muchos años resolver este tema. Yo creo que es una cuestión cultural y todos tenemos una parte de responsabilidad en esto. No sólo con respecto a la marginalidad, la pobreza, la falta de oportunidades, sino también en no confiar deliberadamente en las instituciones. Y digo deliberadamente porque hay muchos que creen que pueden provocar que alguien haga algo, si dicen que el 911 no funciona (cosa que puede ser cierta), que la ambulancia llegó tarde (que puede ser cierto) o que la polícia libera la zona (que puede ser cierto), sin tener la certeza que eso realmente nos pasó en ese momento, sino que lo repiten porque lo escuchan muchas veces y "puede ser cierto".

Y como es una cuestión cultural es que culpo a ese que está las 24 hs. metido en casa diciéndonos que todo está perdido.

Apaguemos la tele y crispemonos por nosotros mismos. No le agreguemos problemas a los problemas que ya tenemos.

miércoles, 15 de abril de 2009

Lanata contra el vidrio

Hoy vi el primer programa de Jorge Lanata. Canal 26, de lunes a viernes a las 21.30 hs.

Lo agarré empezado porque la verdad que me olvidé, pero a juzgar por el resumen que ponen en Crítica parece que no me perdí tanto.

El invitado fue Anibal Fernandez y la sensación que me quedó es que Anibal lo dió vuelta como una media a Lanata, porque éste empezaba defendiendo el carácter crítico de su pregunta y finalmente terminaba asintiendo con la cabeza cada una de las respuestas que daba Aníbal Férnandez. Que no estuvo 20 minutos “defendiendo el modelo”, como intenta hacernos creer “Crítica”, sino que en rigor de verdad, estuvo 20 minutos respondiendo puntualmente a las preguntas de Lanata. ¿Por qué diablos no dicen las cosas al derecho?

En un momento hubo un par de chisporroteos cuando se habló de las próximas elecciones, y a Lanata se le escapó un "la gente no sabe votar" al mejor estilo Biolcati, lo cuál me extrañó muchísimo, recordando al Lanata de Día D, pero no tanto viniendo del Lanata que dirigió el diario “Crítica”.

Fueron muy interesantes las respuestas de Anibal Fernandez, porque no sólo dio datos concretos sobre cuestiones que nadie difunde (NADIE DIFUNDE), sino que le sirvió en bandeja a Lanata (un periodista de investigación), esos datos para que, en todo caso, los pueda chequear y luego desmentir o ratificar (algo que no se suele hacer).

También me pareció interesante que en el primer programa hubiera alguien del oficialismo, porque en el resto de los programas periodísticos se suele hacer la "gran Mariano Grondona", es decir invitar sólo a políticos opositores, abogados opositores, médicos opositores y opositores en general. Entonces el periodista la tiene muy fácil, porque le da el pie al invitado para que éste haga lo suyo y luego se van a cenar juntos muertos de risa.

¿Qué espero de DDT (así se llama el programa) para volver a sentir el respeto que le tenía a Lanata?

1) Que haya un equilibrio. Que critique tanto al oficialismo como a la oposición con la misma seriedad, agudeza e inteligencia, porque resulta que muchos periodistas, cuando inevitablemente tienen que hacer una crítica a la oposición son demasiado inocentes en sus preguntas y es verdad lo que dijo Cristina una vez: “a la oposición le preguntan, pero a nosotros nos indagan”.
2) Espero y confío que Lanata, además de investigar, denunciar y criticar a los Kirchner (lo que me parece muy bien), se ocupe también de hacer que la oposición exponga sus proyectos de país, porque hasta ahora lo que se escucha es “nosotros queremos un país donde haya diálogo, consenso, no haya corrupción, haya más seguridad”. Eso no es un proyecto. Y encima ¡ muchos periodistas serios se hacen los inocentes y se quedan con esa respuesta !!!. No lo puedo creer.
3) Descuento que los informes y documentos que se expongan en el programa, tengan la misma seriedad que tenían en Dia D. Es decir que estén chequeados y no que estén basados en hipótesis, que dicho sea de paso, en este programa, no sé cuál fue la intención de mostrar el padrón con la dirección de Néstor Kirchner, cuando todavía no se presentaron las listas y no se sabe si va a violar o no una norma. ¿Por qué anticiparse?.
4) Me gustaría también que para el informe sobre la compra de hoteles por parte de los Kirchner, se lo invite al mismísimo Néstor K y que en caso de no aceptar la invitación, se haga pública esa negativa. Me parece que si se pretende acusar a alguien, lo lógico es que se le de el derecho a defenderse y en esto confío en que Lanata no tiene reparos en hacerlo.

En realidad, si recordamos Dia D, no es mucho lo que estoy pidiendo. Aquel Lanata era capaz de todo esto y de mucho más.

martes, 14 de abril de 2009

La Patria Zocalera

jueves, 9 de abril de 2009

The Wall (un Posse en la pared)

Cuando Macri habló por primera vez sobre tener policía propia, lo primero que se me pasó por la cabeza fue: se viene el "Country Autónomo de Buenos Aires", donde para poder entrar uno tenía que ser blanco, usar pelo corto y vestirse con saco y corbata.

Sí, realmente exageré un poco. Pero ojo.... En realidad no sé..... Al final no le dieron la policia y conociendo a esta gente, no hubiera sido nada extraño. Digamos que lo mío es un prejuicio.

Digo, porque si uno empieza a hilar fino, nos daríamos cuenta que hay mucha negrofobia y mucha sangre facho en muchos argentinos. ¿Cuánta gente formada académicamente es rechazada por su aspecto o por vivir en una zona marcada como "zona de mierda"?. Muchos, sin lugar a dudas. Aquí pasa como en EEUU (según contaba Michel Moore). Si un negro va a buscar trabajo, no le dicen que no se lo dan porque es negro, le dicen "acabamos de cubir el puesto, lo siento". Bueno, acá sería algo así como "lo vamos a llamar".

Lo del intendente Posse es la exteriorización de todos esos muros invisibles con los que uno convive a diario y además tiene un doble propósito que es el político.

Posse es radical, pero así fuera del partido comunista, yo diría que es un hombre de la derecha, porque esas actitudes y esas definiciones para ciertos temas, son comunes en la gente que se identifica con la derecha. No me quiero meter a fondo en esto de derechas e izquierdas, porque da para largo, pero ya habrá oportunidad de hacerlo.

La política de la derecha, cuando están fuera del poder, es la de exagerar los problemas e invertir mucho dinero en crear situaciones frustrantes. Arman un escenario de fondo y se ponen delante para hablar "con hechos" a la sociedad.

Lo han hecho saqueando supermercados, haciendo subir el dólar, pagando a los medios, a los empresarios, al campo, incluso a mercenarios militantes de la izquierda, incrementando el delito pagando a rateros, apretando a artistas, etcétera. Y siempre les ha dado buenos resultados. Han logrado el consentimiento en una parte de la sociedad(*) en golpes militares y la sumisión ante las operaciones destituyentes de gobiernos democráticos como el de Alfonsín, o el permanente ataque al gobierno de Kirchner. Han logrado que hoy, una parte de la sociedad se debata entre "derrotar o apoyar al kirchnerismo malo, caca.", dejando de lado lo que realmente nos importa que es si seguimos con este modelo o volvemos al anterior, un tema que obviamente se niegan a discutir y que lo ocultan manteniendo el foco en el escenario que han montado y que alimentan día a día con cualquier cosa que sirva para distraer.

Esperemos que esta vez (los que estamos de este lado de la pared), sepamos leer los mensajes de aquellos que intentan una y otra vez, destruir cualquier proyecto que intente terminar con las desigualdades, volteando otros tantos muros no tan visibles como éste.

(*) En estos días también escuché a algunos decir que "todos consentimos los golpes militares". Más allá de esa costumbre de arrogarnos permanentemente el hablar en representación del país en su conjunto, cuando en realidad no representamos a nadie, me parece que siempre estamos hablando de un mismo grupo social que hace mucho ruido, pero que en rigor, no es la totalidad del país. Para decir que "el país estuvo de acuerdo con el golpe", se debería haber votado, lo cuál es absurdo para un golpe, pero sino, ¿qué es el país?, ¿lo que entre en Plaza de Mayo?. Y esto también se está dando ahora. "El país apoya al campo". De nuevo: ¿qué es el país?, ¿están hablando de los 40 millones que somos o de Martinez, San Isidro o Recoleta?.

lunes, 6 de abril de 2009

"Crítica" censura los mensajes de su foro

Ayer leí la nueva despedida de Jorge Lanata de su segundo medio gráfico y me planteé una serie de interrogantes que los envié al foro 3 veces y de distintas formas y no los publicaron, pero básicamente en todos, me planteaba las siguientes dudas:

¿Cómo se hace para fracasar tantas veces, decir que no se tiene un mango (por las dudas) y seguir dándose la gran vida?. Bueno, digamos que si yo me comparo con Jorge, es una gran vida. No saben cómo me gustaría fracasar de esa manera y no tener que terminar armando cigarrillos con tabaco suelto, como debería ocurrir en un verdadero fracaso.

También me preguntaba, ¿justo ahora que lanza un programa en Canal 26, se termina el diario?. ¿No le pasó exactamente lo mismo cuando se fue de Página 12 y terminó en Dia D?, ¿o pasaron más días entre dejar un medio y agarrar el otro?.

¿Les parece que es un mensaje para no publicar?. Y por lo visto hubo otros que también se quejaron porque les habían censurado los mensajes. ¿Qué te está pasando Jorge, estás nervioso?, diría Néstor. Algunos de los mensajes que critican al diario no son publicados. Sobre todo, aquellos en los que pareciera que uno da en el clavo. Es como si te confirmaran que lo que decis es cierto y por tal motivo no te lo publican. Ahora si lo hacen, aunque sea un palo para el diario, es porque le pifiaste en la hipótesis.

A Jorge Lanata lo tenía prácticamente como un ídolo, hasta que lo fueron de América y cuando decidí buscarlo, lo hice con la esperanza de encontrar aire fresco ante tanta mierda mediática. Fue una gran decepción encontrar un diario tan facho y amarillista (salvando a un par de periodistas), con un foro lleno de gente que seguramente odiaba a Lanata cuando era Jorge Lanata, el de Día D.

Me encontré con un Lanata arbitrario, subjetivo y movido por el prejuicio y el odio a este gobierno. Para Crítica, lo malo se ve pésimo y lo bueno no es confiable.

Ahora Lanata terminará junto a aquellos que nadie quiere: Mariano Grondona, Silvio Soldán, Rocasalvo, Gelblum, Mauro Viale, etcétera. A las ordenes de Pierri.
Esta vez es peor, porque Crítica no podrá ser Página 12 por más esfuerzos que haga.

sábado, 4 de abril de 2009

Diálogo y consenso. Volveremos, volveremos

Diálogo y consenso son las dos palabritas más usadas en estos últimos días. Incluso se usa la muerte de Alfonsín, poniéndolo como ejemplo de presidente dialoguista, pero parece que se olvidan que era tan confrontativo como lo fue Kirchner.

El diálogo y el consenso sólo es posible si respetamos a aquellos con quienes queremos dialogar y consensuar. No se puede pedir ahora diálogo y consenso, después de frenar y criticar cada una de las decisiones que toma este gobierno, en ejercicio de su mandato popular. No se puede decir constantemente "es algo que se tiene que hacer, pero no con este gobierno", o "estamos de acuerdo, pero este gobierno no está en condiciones de hacerlo" y siguen los ejemplos.

A Alfonsín también lo apretaron los sectores del poder y lo "dialogaron y consensuaron" y finalmente arrugó y se tuvo que ir antes. Le faltaron los huevos y la inteligencia que tuvo Kirchner, porque cuando éste asumió, lo primero que hizo fue limpiar las fuerzas armadas y se sacó de encima a todos los buitres. Recién después empezaron los juicios.

Lo que me parece lamentable es que "Ricardito", con el cadaver del padre aún tibio, se preste a este juego político y desencaje, con su sonrisa de oreja a oreja, en medio de la esplanada del Congreso, saludando a una muchedumbre que en pleno velatorio gritaba "volveremos..., volveremos..." o "se siente, se siente, Cobos presidente".

miércoles, 1 de abril de 2009

Haz lo que yo digo


Los otros días Crítica se ensaño con Gonzalez Oro, acusándolo de haber plagiado un video mexicano (en este blog fue recomendado hace un tiempo atrás) y los palos duraron un par de días, incluso después de que mucha gente aclarara que el periodista había mencionado la fuente y que había pedido permiso para adaptar esa versión. Incluso en el programa 678 (Canal 7), se pasó el fragmento donde Oro hace la aclaración.

La costumbre de Crítica es casi un mal argentino y que en parte está mencionada en ese video. Se trata de señalar al que no nos gusta, sin reparar que nosotros somos iguales o peores que aquel al que señalamos.

Esto viene a cuento porque me encontré con esta perlita donde se puede observar la tapa del diario Crítica y la del diario Publico.es de España.

Por eso, cuando en estos últimos años escucho a tanta gente (incluído los medios), basar sus argumentos para criticar a este gobierno, en cuestiones como la ética, la moral, la honradez y todo lo que se les pueda ocurrir, realmente me asquea. Porque un pueblo sano, honrado, decente...., no nace al día siguiente que asume una persona o un gobierno del cuál se cree que es honesto porque denuncia actos de corrupción o porque se autoproclama de esa manera. Es más: aún siendo verdad (y no una chicana política), que ese candidato o ese partido político sean incorruptibles y honestísimos, el cambio es cultural. Y lo que tenemos que observar como sociedad, no es a los que dirigen sino al resultado de la gestión que llevan adelante. Un gobierno que abre las puertas a la educación y a la cultura, podrá ser todo lo corrupto que uno se imagine, pero siempre será el que más aporte a un cambio cultural, frente a aquellos gobiernos que viven relegando la educación.