sábado, 25 de abril de 2009

Patricia Bullrich, ¿en qué quedamos?


Patricia no pasó el test de alcoholemia y después de admitir que había tomado vino berreta, cuestionó el procedimiento para tratar de zafar del papelón.

Yo no entiendo mucho de vinos, pero el berreta me parece que es el que más te pega y además, según el ministro de Seguridad, Patricia chupaba (soplaba para adentro) y le tuvieron que decir que sople o le secuestraban el auto, porque tuvieron que repetir el test 6 o 7 veces, ante el intento de engañar el sistema de control.

Hubiese sido mejor (para ella), admitir que cometió un error y punto, pero al tratar de justificar su error, lo que hace es poner en evidencia que esos valores a los que la Coalición Cívica hace tanto hincapié y que pareciera que sólo ellos los poseen, son una hipocresía.

No me extraña que sea así, es típico de la clase media porteña. Siempre tenemos una explicación o una excusa para nuestras burradas. Ya lo hizo Macri una vez, al justificar el voto que se hizo en nombre de legisladores ausentes, o cuando dijo que él perdería muchos puntos en el nuevo sistema de control de manejo, porque no respeta las normas.

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