jueves, 23 de abril de 2009

Lanata sorprende al público con un informe revelador:
¡Hay algunos políticos que son corruptos!

Una de las cosas que me gustaban de Lanata (en Día D), eran los informes donde se ponía al descubierto los bienes personales de los políticos y quedaba expuesta "la duda sobre cómo habían hecho para hacerse tan ricos".

Me siguen pareciendo interesantes, pero convengamos que ya no sorprenden a nadie. Ya nos acostumbramos a ese tipo de informes. Es tal cual como el ejemplo que puso sobre el aire acondicionado y la corrupción, donde decía que ese ruido que hace el aparato al arrancar, dejamos de oirlo cuando nos acostumbramos a él. Bueno, yo también me acostumbre a este tipo de informes, que terminan por parecerse al mapa de la inseguridad de De Narvaez, que denuncia un problema vestido como si fuera una solución o un aporte y en realidad termina siendo una leño que se agrega al fuego.

Anoche hizo una extensa y detallada introducción, uniendo el tema corrupción con el dengue, el cumpleaños de 15 de la hija de Capitanich y el desquizio de la esposa de éste. Yo no me lo banco a Capitanich ni a tantos otros que heredó el kirchnerismo, pero no veo porqué el tipo tendría que dejar de festejarle los 15 años a la hija por el dengue. Me hiciste acordar a los que pretenden que Cristina use solero y chancletas porque hay pobreza en el país. ¿Cuál es la idea?, ¿que lleve a la hija a visitar los hospitales, que hagan una fiestita a las escondidas?. No entiendo qué quiere demostrar, que ya no se sepa, con ese informe en el que hasta se incluyó la lista de las delicatessens.

Y luego vino el informe "escandaloso" de siempre, es decir poner en duda el origen de su patrimonio. Cuánta plata gastó en la fiestita, ¿que cantidad será la que está limpia y que cantidad será la que está sucia?, ¿cuánta plata viene de su sueldo, cuánto de su actividad privada, cuánto de la corrupción?. ¿Estará haciendo plata en forma indebida?.

Ojo, está perfecto el informe y también lo está el de Puerto Madero y el de los Kirchner con su hotelería, pero esta vez no pude ver más de 10 minutos porque sinceramente me terminaron aburriendo las denuncias sobre algo que todos ya conocemos o al menos sospechamos. En todo caso, el mensaje final sigue siendo "señores, esta gente que ustedes votan, sigue robando".

Me parece que va siendo hora de encarar el tema por otro lado, porque si sólo señalamos al ladrón y nos olvidamos de los que tienen que atraparlo, nos vamos a quedar siempre a mitad de camino.

¿No sería más efectivo hacer además un informe sobre qué proyectos ha presentado la oposición, orientados a controlar al oficialismo, para reducir al máximo la posibilidad de abusar del poder para enriquecerse o robarnos en las narices porque el marco legal se lo permite?. En todo caso, ¿quién tiene más responsabilidad en esta cuestión?, ¿el que roba o el que debe controlar y no lo hace?. La denuncia, sin un marco legal apropiado, no sirve, no prospera, no tiene sustento y se cae.

¿No sería más efectivo investigar además a los jueces, estudiar las denuncias que hay sobre corrupción y ver en que punto se traban y porqué siempre salen airosos, jueces y políticos?, ¿dónde está la falla?, ¿por qué nos quedamos siempre con la simpleza de "a los jueces les pagan"?, ¿tan dificil es demostrar cómo hacen para engañarnos?, ¿tan dificil es ponerle límites a los jueces?, ¿quién debe dictar leyes para evitar que los jueces hagan trampa porque alguien les paga?. Al final que nos queda, ¿admitir que somos unos boludos y que no nos queda otra salida que votar en contra del que le toque robar este período?. Si sólo nos metemos con el que dirige la batuta y nos olvidamos del resto, no les quepa la menor duda que seguiremos siendo vistos como boludos por la oposición y por los jueces, los cuales adaptaran sus discursos para complacer nuestros oidos y así poder ocupar el lugar que deja vacante el "ladrón de turno", total la premisa sigue siendo la misma "voto castigo para el corrupto".

Me parece que si el mensaje es ese, no vamos a lograr nada. Lo mismo pasa con el dengue. El gobierno no contagia a los profesionales que hace décadas trabajan en la salud. Ocaña no los convierte en inútiles o en eminencias. El gobierno es la cabeza visible, el responsable, pero ¿qué pasa con el resto de la cadena?. Uno lo puede comparar con una empresa. Si los empleados son buenos, por más inútil que sea el gerente, la empresa funciona igual. Y un ejemplo más claro son los hospitales públicos. No es que sea un milagro que la gente no se muera como moscas por desidia del Estado. La gente no se muere porque hay profesionales con una vocación de la puta madre, que no importa quien sea el que gobierna, siempre hacen su trabajo en forma responsable y si no lo pueden hacer, salen a la calle y se hacen escuchar.

¿Cuál es el mensaje de Lanata?, ¿seguir votando en contra de los que supuestamente roban, hasta que la peguemos algún día y encontremos a un tipo honesto que además sepa administrar el país?. ¿No te parece que dar con esa combinación sería como el cuento de la buena pipa?. Porque hoy echamos a éste, pero a su vez ya le dimos letra al opositor de turno, para que haga campaña y pueda seguir robando cuando le toque a él, porque en definitiva, no hicimos nada con todo lo que se mueve por detrás de las caras visibles y así seguiremos por los siglos de los siglos. O a lo mejor damos con un honesto que nos lleva a la ruina o con un inocente que es honesto, pero que todos sus colaboradores roban a cuatro manos.

Por donde se mire, el problema no está en quien hace las cosas mal sino en quienes deberian evitarlo y no lo hacen porque ya les tocará a ellos. Me parece que debemos fijar la mirada más en los que están fuera que en los que están dentro, porque en definitiva el oficialismo le dejará el lugar a esos que no estamos miramos o que en todo caso vemos como una la herramienta provisoria que nos servirá para sacar al que roba, con la esperanza de que nuestro voto castigo los acobarde. Por favor, que inocente que somos a veces.

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