viernes, 17 de abril de 2009

El que desinforma tiene que morir

¿No creen que deberíamos estar por encima de los delincuentes y no a la misma altura o por debajo?. A este ritmo, vamos a terminar como en la ley de la selva, dejémonos de joder.

¿Cómo es posible que se pida justicia, a la vez que golpean y mandan al hospital a un fiscal y le pegan a un comisario y a cuanto funcionario se acercara a hacer su trabajo?. ¿A qué justicia se refieren?.

En estos últimos días se volvió a hablar sobre el tema en algunos medios serios (lamentablemente muy pocos), sobre las causas que ya todos conocemos que llevan a que un grupo de personas (por lo general vecinos y no familiares) reaccione de esta manera y sí, coincido con la mayoría de esas razones (educación, indiferencia política, corrupción, convivencia con la droga, etc.), pero hay otro elemento que nadie menciona y que para mí es el más importante de todos, que son los medios (lamentablemente, muchos), que vienen echando leña al fuego todo el tiempo y encima después, dicen "la gente está crispada". ¡Ustedes son los que la crispan !!!!. Es como cuando quieren hacer una pregunta jodida a un invitado y dicen "porque la gente lo que se pregunta es .....". "La gente" no se pregunta un carajo, ladrón.

Algunos medios presentan las noticias con violines de fondo y hacen lo imposible para que el familiar se quiebre delante de cámaras. Hacen acotaciones como "mientras los Kirchner discuten quien encabeza la lista, en V. Alsina acribillan a un hombre frente a su hijo". Todo este tipo de arengas rayan en lo que conocemos como apología del delito, porque agregan odio, al dolor natural de una pérdida, a la indignación, a la lógica sensación de desamparo que uno siente en ese momento. El tratamiento que se le da a este tipo de noticias no puede ser inocente o casual. Es evidente que el periodista, en vez de asumir un papel investigativo, llevar tranquilidad y evitar la crispación, se suma a los manifestantes y aviva el odio.

Seguramente nos va a llevar muchos años resolver este tema. Yo creo que es una cuestión cultural y todos tenemos una parte de responsabilidad en esto. No sólo con respecto a la marginalidad, la pobreza, la falta de oportunidades, sino también en no confiar deliberadamente en las instituciones. Y digo deliberadamente porque hay muchos que creen que pueden provocar que alguien haga algo, si dicen que el 911 no funciona (cosa que puede ser cierta), que la ambulancia llegó tarde (que puede ser cierto) o que la polícia libera la zona (que puede ser cierto), sin tener la certeza que eso realmente nos pasó en ese momento, sino que lo repiten porque lo escuchan muchas veces y "puede ser cierto".

Y como es una cuestión cultural es que culpo a ese que está las 24 hs. metido en casa diciéndonos que todo está perdido.

Apaguemos la tele y crispemonos por nosotros mismos. No le agreguemos problemas a los problemas que ya tenemos.

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