jueves, 19 de marzo de 2009

La oposición (siempre con la complicidad de algunos medios), terminó empujando sin quererlo, el adelantamiento de elecciones

Es increíble como permanentemente se distorcionan los hechos y las palabras.

La oposición (con la clara complicidad de los medios), ha venido cuestionando cada una de las propuestas, medidas y comentarios que salieron del oficialismo. Se opusieron abstolutamente a todo, desde el adelantamiento de la hora para el ahorro de energía, hasta cuestiones mucho más graves, como fue y sigue siendo la de priorizar el interés de un sector económico por encima del interés de la Nación. Y no por solucionar el problema de ese sector sino por el sólo hecho de quitarle al gobierno una herramienta que es central para el manejo de la economía. Es decir que permanentemente, oposición y medios de comunicación, trabajan denodadamente en la construcción de una imagen negativa del gobierno y en todo aquello que pueda perjudicar la gestión. Esto no quiere decir que el gobierno haga todo bien, pero convengamos que en estos últimos años, se ha llegado al extremo de que no transcurren ni 24 hs. en las que algún opositor o periodista, no involucre gratuitamente al gobierno en cualquier hecho desagradable.

Hoy mismo, cuando se aprobaba el proyecto en diputados, estaba haciendo zapping y en TN, cuando Rossi toma un celular que le alcanza uno de sus compañeros, el periodista comenta “seguramente es una llamada desde Olivos”. ¿Qué tiene la bola de cristal?. Así, parece una boludez, pero ese tipo de cosas suceden minuto a minuto en la mayoría de los canales de televisión y en la mayoría de la prensa escrita. La interpretación caprichosa de los hechos o el tomar una frase y darle otro sentido, la sospecha, las hipótesis descabelladas, la demonización de todo, ya realmente asquea.

Ahora que esta oposición diga “por qué la presidenta no nos convoca para un acuerdo, en vez de llamar a elecciones”, es tomar por estúpidos a los argentinos, porque nadie puede negar que existe en la oposición un pacto para atarle las manos al gobierno y oponerse sistemáticamente a todo, ¿cómo pretenden que se los convoque al diálogo si ya han demostrado que el interés que tienen es que al país le vaya mal para que le vaya mal al gobierno y así poder tener alguna chance de ganar sin ideas ni proyectos. La presidenta fue muy clara en esto. No se puede gobernar con una oposición que cuestiona absolutamente todo y en un clima donde se cuestiona un proyecto de ley como el de radiodifusión, cuando aún ni siquiera fue enviado al Congreso y se desconoce su contenido. Sin embargo hoy, todo el mundo trataba de instalar la idea de que el gobierno, en vez de llamar al diálogo, llama a elecciones.

Y sí, está perfecto que llame a elecciones, porque si desde los medios y desde la oposición (no hay manifestaciones populares), se está cuestionando el modelo que ya votó el pueblo, entonces que sea el pueblo el que vuelva a respaldar a Cristina o que manifieste su cambio de opinión, si es que lo enamora algún proyecto de la oposición.

No es verdad que el resultado (sea cual fuere) no sirve de nada. Si que sirve, claro que sirve, porque será un mensaje de la sociedad al gobierno y a la oposición. Si la victoria es del gobierno, la oposición no podrá hablar en nombre de “la gente”, como hace ahora a cada minuto y se acabarán los interrogantes sobre la imagen de la presidenta y sobre la legitimidad que se está cuestionando desde que empezó el conflicto del campo. En pocas palabras, la oposición y los medios deberán cerrar el culo y tendrán que ponerse a trabajar en proyectos que enamoren a la gente y no en conspiraciones que destruyan al que legitimamente construye poder.

Y si pierde el oficialismo, pues entonces tendrá que recoger el mensaje del electorado y cambiar el modelo que se había votado. Deberá entonces favorecer a un sector poderoso de la economía para desatender al resto de la Nación. En fin, no quiero profundizar en esto porque evidentemente mi opinión sería subjetiva, ya que a mi modo de ver, sería volver al pasado, porque no hay una opción que esté alieado ideológicamente a este modelo, sino que las dos opciones con más posibilidades de ganar (peronismo de derecha y UCR + CC + Socialismo oportunista. Todos ellos de derecha y centro derecha), apuntan a privilegiar a los que más tienen y hasta proponen volver a esclavizar al pueblo con el FMI.

Me parece una locura decir que si se pierde, que gobierne Cobos y Clarín, pero sinceramente tengo que hacer un gran esfuerzo para no estar de acuerdo con Pérsico. Sería una gran decepción saber que aún seguimos votando por “las formas de gestionar” y no por la gestión misma. Que cuestiones como la supuesta soberbia de los Kirchner, el estrabismo de Néstor o el botox y la cartera de Cristina, estén por encima de los resultados de una gestión que sólo es criticada por la clase media, los medios, la oposición y los sectores de poder, mientras que la clase trabajadora es sólo un simple testigo del odio, movido por la codicia de estos sectores minoritarios de la sociedad, pero con el suficiente poder de poner en jaque a un gobierno que fue elegido democráticamente para cambiar al país.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo estar MÁS de acuerdo...

Anónimo dijo...

Bigote, te paso una perlita de la columna de un tal Llados de La Nación: dice que todos estan mirando las encuestas, bla bla bla, si la oposicion se une se pierde bla bla, si no se une el tercero tendra pocos votos y se saca menos diputados y tambien se pierde y aquí viene la perlita "Si se diera esa polarización resultaría dificil superar a Kirchner. Siempre, por supuesto, si la situación económica y social no se derrumbara."
O sea que queda clarísimo lo siguiente: Si con polarización perdemos, sin polarización tambien perdemos, entonces tratemos de "derrumbar" a ver si ganamos.

Bigote dijo...

Gracias por los comentarios.

Publicar un comentario