jueves, 27 de noviembre de 2008

¡Mírelo eh, mírelo!. Te voy a acusar con mi mamá….

Carrió sigue ampliando la denuncia contra los Kirchner.

Esta vez “asegura” que las medidas tomadas por el gobierno son para que las causas que se investigan sobre evasión y lavado de dinero, se cierren.

Tras pronunciar la frase rimbombante de “Representa una gravedad institucional ilimitada. Es la última garantía de impunidad por ley” (¡ la miércoles ¡), Carrió anunció que denunciará a Néstor Kirchner de utilizar este mecanismo (aún no implementado), para blanquear todo el dinero ilícito. Así lo reproduce Crítica en su edición de hoy, 27-11-2008.

A Carrió la voté en el 2003, encandilado por su discurso de izquierda, sus denuncias contra Menem (¿qué habrá pasado con aquella tanda?), su estilo descuidado que incluso guardaba relación con aquello de que era más importante lo de adentro, su ideología y no con la frivolidad del peluquín de algunos o el botox, o el traje, o lo que fuera. Era (al menos eso parecía), una auténtica defensora de los humildes, preocupada por los niños, por la falta de trabajo y como siempre, del gran tema argentino que es la corrupción. Si hay un tema que puede acaparar la atención de todos, es justamente ese.

También (quizás mas que Carrió), me sentía (me siento aún), muy identificado con Graciela Ocaña y al igual que ella, otros del ARI y mucha otra gente, me sentí estafado cuando comenzó a despotricar injustamente, contra un gobierno que ya empezaba a mostrar resultados positivos. Tuve la sensación de que esperaba que le fuera mal y por el contrario, todos sus vaticinios chocaban con una realidad muy distinta al caos anunciado.

De pronto, aquellas viejas denuncias a Menem, creo que también a De La Rua y no sé a cuántos más, se dejaron de lado. Ahora el objetivo era Kirchner. ¿Hubo alguna denuncia que haya prosperado?. En realidad es una pregunta que no podemos hacer, porque en un país adolescente como el nuestro, la respuesta es simple “la justicia está pagada y no investiga”. A no ser que esa misma justicia falle en contra del gobierno, entonces la frase será “fue un fallo heróico”, “por fin la justicia se puso los pantalones largos”. En fin, las instituciones parecen que funcionan cuando sus acciones nos favorecen, sino son una cagada, che.

Ahora yo me pregunto, ¿se puede denunciar a alguien por las dudas?, ¿puede Carrió denunciar que “cuando se apruebe la ley”, el ex–presidente “cometerá” un delito?.  Bueno, por lo visto se puede. Pero ¿se puede tomar en serio algo como esto?. No sé, yo no me imagino denunciando al verdulero de enfrente (al que le tengo una bronca bárbara), de que el viernes que viene me va a robar y me aseguro que todo el barrio se entere y de que él también se entere que lo denuncié por lo que va a hacer. Me cuesta entender que alguien tome en serio algo así. No sé, a lo sumo yo me callaría la boca y esperaría a ver que dice la justicia, que por cierto en estos últimos diez años, ha dicho poco y nada sobre las denuncias Carrió, a pesar de que debe estar saturada con tantas investigaciones.

Lo que espero es que no termine siendo como el pastorcito mentiroso y a la denuncia 249, tengamos que decir, ah, mirá vos, tenía razón Carrió.

Está bien hacer denuncias. Ojalá todos denunciaramos lo que vemos que está mal, pero cuando uno hace este tipo de denuncias e inmediatamente (o antes, como en este caso), le da una difusión que raya en lo circense, realmente ya uno duda, no del denunciado, sino de la seriedad de la denuncia. ¿Es realmente una denuncia o es un ardid para hacer campaña sin pagar un spot publicitario?, ¿o es un canje con los medios que difunden y tratan de darle forma o algún sentido a esas denuncias, a cambio de un show que dura al menos una semana?.

Son todos interrogantes que solamente el tiempo y la justicia pueden determinar, pero en el mientras tanto, el objetivo está cumplido, el escándalo está instalado, el desgaste continúa, nadie puede luchar contra una denuncia que se refiere a un problema crónico en la argentina (¿quién pondría las manos en el fuego por un político?. Nadie. Ya asumen con el sello de corruptos en la frente. Y finalmente, si todo queda en el olvido, como las anteriores denuncias, o la justicia la desacredita, que importa. Ya el daño está hecho y a lo sumo se dirá “la justicia es de los Kirchner, obvio que iba a desestimar la denuncia”, a no ser que en el camino lo citen a Néstor y ese día la frase sea “nos enorgullece que la justicia por fin le haya perdido el miedo al poder”.

Que se entienda. No estoy en contra de las denuncias, todo lo contrario. Deseo que alguna vez alguien vaya preso en este país y respeto las denuncias, por ejemplo, de Monner Sanz, porque nos enteramos de los resultados de sus denuncias, a través de la vía que corresponde y no porque se pasea por los medios adjetivando y difamando como un barra brava.

Por otra parte, darle crédito a una denuncia, al punto tal de que algunos pidan la renuncia de la presidenta o de que el mismo partido político vote incluso en contra de proyectos que están en su plataforma es inmoral, porque están prejuzgando. Ellos “sospechan”, piden a la justicia que investigue porque “presumen” y en base a eso (sin respetar a la justicia), toman decisiones que hacen al interés del país y promueven  y alientan la condena social, sin esperar a que la justicia investigue y dictamine si es válida o no esa presunción. ¿Cómo alguien puede aspirar a presidir un país si prácticamente está haciendo justicia por mano propia?.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bigote, un verdadero placer encontrar este blog. Comparto plenamente lo que expresas. Siento una oleada de aire fresco al leerte, ante tanto bombardeo mediático dirigido hacia el "desgaste" que hizo público don Buzzi.

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