miércoles, 25 de marzo de 2009

La marca de la gorra

Hoy vi en TN la noticia sobre los destrozos provocados por un grupo de jóvenes a un local ubicado en Callao y Lavalle y me vino a la memoria la década de los setenta.

Al margen de este episodio, protagonizado (según los medios), por un grupo "shinheads" y dejando de lado quién tenía o no tenía razón, una de las cosas que me sorprendió fue la actitud de la policia cuando uno de los chicos discutía con un vecino y éste último le tiró una trompada. Porque el que terminó esposado inmediatamente fue el chico y no su agresor. Insólito.

Digo que me recuerda los setenta porque no es la primera vez que veo en los medios y en la sociedad, generalizar con respecto a la juventud, poniéndole etiquetas, haciéndonos creer que "todos son iguales", que "hay un descontrol preocupante" y derivar el tema en "tiene que volver la colimba".

En aquella época también los jóvenes recibíamos el ataque permanente de los medios y de la sociedad en general. Eran los hippies sucios, vagos, drogadictos y algunos estudiantes sufrían de "exceso de pensamiento", como dijo un milico de entonces.

Hoy pareciera que se quiere volver a instalar la idea de que es necesario volver a la mano dura. "Hay que enderezar a los jovenes y terminar con estos gobiernos que nos quieren transformar en Cuba o Venezuela".

Realmente asusta ver a algunos periodistas de TN sermonear y hablar de ética, moral, Dios, Patria, Hogar y la puta que lo parió.

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