Recién leía en Crítica un titular que reproducía las palabras de Luis Juez "Cristina es pésima, creo que es peor que Isabelita" y semejante provocación (porque no se puede ser tan ignorante), me revolvió el estómago. Después vi varios comentarios que coincidían en que este sujeto los había defraudado y no pude dejar de asociarlo con lo que me ocurrió a mí con Carrió. A mí, a Ocaña y a todos los que se fueron de aquel ARI progresista del 2003, donde Carrió incluso iba más lejos que Néstor Kirchner y que además contaba con la ventaja de ser un partido nuevo. Hoy, no sólo me alegro de que no haya ganado Carrió, sino que gracias a NK, conocí un peronismo nuevo para mí y hoy apoyo a Cristina, ciento por ciento.
Pero a lo que voy es a este cambio progresivo que se está dando en los políticos, donde poco a poco se van cayendo las caretas y se están viendo quienes son realmente. Los medios van abriendo camino desacreditando y ocultando información positiva y esta gente empieza a sentir que los Kirchner están liquidados y que es inminente una vuelta a la derecha. Es curioso, porque hace unos años atrás, todo el mundo era progresista. Hasta en Canal 13 se hablaba bien del Che Guevara. Peronistas de derecha, periodistas de derecha, actores y actrices de derecha: todos ellos tenían discursos progresistas. Parecía que Argentina finalmente había madurado y que esa crisis fenomenal del 2001 era lo que marcaría el cambio de rumbo definitivo.
Pero no. En la medida que los medios empezaron a oradar al gobierno y las encuestas empezaron a reflejar que una parte de la sociedad compraba lo que veía en la tele, algunos empezaron a abandonar el barco y una parte de la oposición se transformó en "oponedores", cambiando además su discurso, que cada vez se parece más al de los 90. Incluso hasta Carrió empezó a producirse, dejando de lado su aspecto desaliñado, que pegaba más con aquella época que con esta, donde parece que la idea es que vuelva la alegría para unos pocos y el discurso de "paciencia, trabajo y orden" para muchos.
Pero bueno, después de todo esto es positivo, porque se acaba la hipocresía y porque ya podemos visualizar a aquellos que se quedan en el barco contra viento y marea, que son los que han sido coherentes todo este tiempo. Los que nunca nos engañaron: desde los Kirchner, pasando por Sabatella, Raimundi y otros de estos partidos progresistas, hasta periodistas como Sandra Russo, Barone o actrices como Florencia Peña o cantantes como Ignacio Copani (por nombrar sólo a los que han tenido la suerte de hacerse escuchar, pero hay muchísimos más).
Si uno hiciera una lista de quienes están con este modelo y otra con quienes no lo están, seguramente se pararía de la vereda de quienes apoyan al gobierno, tan sólo por esa gente, sin necesidad de analizar la gestión.
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1 comentarios:
Así es, si mirás la gente de uno y otro lado, los más solidarios, los que se preocupan por el bienestar de los demás, seguro están del lado del gobierno, y eso es también lo que me hace a mí estar de ese lado, ojalá cada día seamos más.
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